Por razones ecológicas o por simple irreverencia, son muchos los que salen de sus casas con la ropa arrugada. Sin embargo, en casi todos los casos, siempre hay una plancha de vapor entre los electrodomésticos de cualquier familia.
Para que este equipo sea de provecho, es esencial mantenerlo en buen estado, sin importar que se utilice todos los días o de manera eventual. La ropa se conservará en mejor estado y la vida útil del aparato será más extensa.
Para planchar: agua destilada
El agua corriente del grifo de casa contiene muchas impurezas que progresivamente van dañando las prendas. Algunas de estas impurezas incluso causan manchas irreparables y también afectan el buen funcionamiento de una plancha de vapor. La cal es uno de estos elementos dañinos. Por ello, lo mejor es utilizar agua destilada.
Después de cada uso, hay que retirar cualquier agente extraño que haya quedado sobre el equipo. Una vez que se enfríe, bastará con pasar un trapo húmedo que no genere residuos a su paso. Es importante que se guarde en posición vertical, no de lado o en posición tumbada.
Trucos sencillos para mantener una plancha de vapor
Con el uso frecuente es posible que la plancha se manche. Para evitar este tipo de anomalías, basta con colocar sal gruesa sobre un paño seco y frotar el equipo caliente hacia adelante y atrás. Se deja reposar y se remata el trabajo pasando un trapo ligeramente humedecido.
También es esencial limpiar el depósito regularmente, aun cuando se utilice agua destilada. El mejor aliado para esta tarea es el vinagre. Se llena el recipiente y se ‘plancha’ un trapo seco para que se evapore el líquido.
Es muy importante atender las recomendaciones de los fabricantes respecto a las temperaturas a utilizar, de acuerdo al tipo de tela de las prendas. Esta es una de las medidas más eficientes y, al mismo tiempo, de las más ignoradas para mantener una plancha de vapor en buen estado.